Typhoon: La Fascinante Atracción Que Joaquin Martinez Sentia Por Los Brazos Electrónicos

Joaquín Martinez estudió electrónica
Porque en su vida sólo un objetivo había
Construir el mayor número posible
De brazos que hicieran multitud de funciones
Brazos en fábricas de automóviles
Brazos mecánicos que ensamblaban piezas
Grandes y pequeñas, piezas para barcos,
Para aviones y otras extrañas aplicaciones

Joaquín sentía una extraña atracción
Por toda extremidad que hiciese maniobrar
Los objetos más extravagantes
Al alcance de la imaginación

La meta de Martinez era alcanzar
El brazo perfecto para la Humanidad
Un brazo que pudiera escuchar y comprender
Capaz de dar afecto y consejos a la vez
Un brazo con mano que pudiera ofrecer
El calor de un amigo que hace tiempo no ves
Un brazo que la espalda te pueda palmear
Y que con pareja te da aplausos de verdad

Mas lo suyo era irremediable
Cuando veía brazos en un escaparate
No podía resistir y entraba a preguntar
Con el pensamiento en su objetivo final

Joaquín no se cansaba de intentarlo una y otra vez
Cada fracaso le animaba en serio a volverlo a intentar
Estaba dispuesto a inventar un brazo con sentimientos
Que hiciera la vida más agradable a las personas con discapacidades

Joaquín no se cansaba de intentarlo una y otra vez
Cada fracaso le animaba en serio a volverlo a intentar
Estaba dispuesto a inventar un brazo con sentimientos
Que hiciera la vida más agradable a las personas con discapacidades

Joaquín Martinez un día se despertó
Con una depresión digna de un emperador
Que ha visto cómo se derrumbaba
Lo que tanto esfuerzo le había costado
Sus mecánicas labores no estaban preparadas
Para acoger confusos sentimientos
Los brazos se organizaron en rivales bandas
Que a Martinez le costaron su taller de trabajo

Nada quedó de sus anotaciones
De nada sirvieron sus pruebas piloto
Tan sólo existe un vago recuerdo
De un efímero y mecánico abrazo

Joaquín Martinez ya no es inventor
Abandonó por completo su utópica afición
Cambió de registro, ahora pasa del progreso
Sólo le interesa la calidez de un beso

Aprendió un nuevo oficio, ahora es pastelero
Pues también requiere su creatividad
Se dio cuenta de que es más agradecido
Chupar los propios dedos que una mano artificial

Y ésta es la fascinante atracción
Que sentía por los brazos electrónicos
La fascinación se manifiesta cuando
Tiene delante de sí un brazo de gitano