Typhoon: La Señora De Las Verduras, La Chica Extraviada, La Bruja Novata Y Un Reloj Que No Marcaba

La Señora de las Verduras

Se levantaba cada día con el alba para abrir su verdulería
Trabajaba de sol a sol y a todo el barrio contento tenía
Vendía barato y de muy buena calidad, todos se lo agradecían
Hasta que un buen día su tienda desapareció sin explicación
La mujer lloraba y se echaba las manos a la cabeza
Ni la policía ni en los juzgados podían entender lo que ocurrió
En todo caso le decían que no se preocupara más por ello
Que ella sin negocio no se iba a quedar, pues todos la conocían

No podía ser verdad
Se preguntaba sin cesar
Qué había hecho mal

La chica extraviada

Jugaba por las tardes con sus amigas después del instituto
A ver quién era la más guapa y a cuántos chicos atraía
Lo normal en una chica adolescente que empieza a conocerse
Era una buena chica, voluntariosa y aplicada, sin duda generosa
Un día después de clase se fue al lavabo como de costumbre
Y al salir vio que sus amigas ya no estaban, ni tampoco el instituto
Las calles ya no existían y las casas se desvanecían
Cuando logró saber dónde mirar se percató de que perdida estaba

No podía ser verdad
Se preguntaba sin cesar
Qué había hecho mal

La bruja principiante

Fue la causante, se examinaba y confundió el hechizo
La chica todavía no sabe cómo fue a parar a una verdulería

No podía ser verdad
La bruja se preguntaba
Qué había hecho mal

El reloj que no marcaba

Ninguna de los dos se explicaba pero allí permanecían
Sentadas frente a un carillón con las manecillas enganchadas
El minutero quería avanzar para tocar las campanadas
Pero una fuerza invisible se lo impedía, el tiempo no pasaba
La bruja se volvió a equivocar de hechizo, no era ese el que tocaba
En vez de devolver las cosas a su habitual normalidad
Las trasladó a la habitación donde el reloj nunca avanzaba
Por lo que tenían todo el tiempo del mundo para no hacer nada
No podía ser verdad
Ambas se preguntaban
Qué habían hecho mal

Epílogo

Después de mucho pensar las tres dieron con la solución
Sincronizadas con el reloj que no marcaba desearon volver a casa
Y así la bruja aprobó por los pelos pues todo felizmente acabó

Typhoon: La Fascinante Atracción Que Joaquin Martinez Sentia Por Los Brazos Electrónicos

Joaquín Martinez estudió electrónica
Porque en su vida sólo un objetivo había
Construir el mayor número posible
De brazos que hicieran multitud de funciones
Brazos en fábricas de automóviles
Brazos mecánicos que ensamblaban piezas
Grandes y pequeñas, piezas para barcos,
Para aviones y otras extrañas aplicaciones

Joaquín sentía una extraña atracción
Por toda extremidad que hiciese maniobrar
Los objetos más extravagantes
Al alcance de la imaginación

La meta de Martinez era alcanzar
El brazo perfecto para la Humanidad
Un brazo que pudiera escuchar y comprender
Capaz de dar afecto y consejos a la vez
Un brazo con mano que pudiera ofrecer
El calor de un amigo que hace tiempo no ves
Un brazo que la espalda te pueda palmear
Y que con pareja te da aplausos de verdad

Mas lo suyo era irremediable
Cuando veía brazos en un escaparate
No podía resistir y entraba a preguntar
Con el pensamiento en su objetivo final

Joaquín no se cansaba de intentarlo una y otra vez
Cada fracaso le animaba en serio a volverlo a intentar
Estaba dispuesto a inventar un brazo con sentimientos
Que hiciera la vida más agradable a las personas con discapacidades

Joaquín no se cansaba de intentarlo una y otra vez
Cada fracaso le animaba en serio a volverlo a intentar
Estaba dispuesto a inventar un brazo con sentimientos
Que hiciera la vida más agradable a las personas con discapacidades

Joaquín Martinez un día se despertó
Con una depresión digna de un emperador
Que ha visto cómo se derrumbaba
Lo que tanto esfuerzo le había costado
Sus mecánicas labores no estaban preparadas
Para acoger confusos sentimientos
Los brazos se organizaron en rivales bandas
Que a Martinez le costaron su taller de trabajo

Nada quedó de sus anotaciones
De nada sirvieron sus pruebas piloto
Tan sólo existe un vago recuerdo
De un efímero y mecánico abrazo

Joaquín Martinez ya no es inventor
Abandonó por completo su utópica afición
Cambió de registro, ahora pasa del progreso
Sólo le interesa la calidez de un beso

Aprendió un nuevo oficio, ahora es pastelero
Pues también requiere su creatividad
Se dio cuenta de que es más agradecido
Chupar los propios dedos que una mano artificial

Y ésta es la fascinante atracción
Que sentía por los brazos electrónicos
La fascinación se manifiesta cuando
Tiene delante de sí un brazo de gitano

Typhoon: El Futuro De La Galaxia Estaba En El Chip De Un Androide Que Confundía Turismo Con Espionaje

Erase una vez en una galaxia
A millones de años luz
Hubo una determinante guerra
Que un robot androide ganó

Nadie se explica cómo lo hizo
Nadie entiende que se dejara el futuro
De tantas vidas en manos de
Un androide ignorante
Pero el caso es que su bando ganó
Aquella absurda guerra

Aquél androide fue diseñado
Para procesar enormes operaciones
Pero simplificaba en todo lo posible
Pues no le gustaba ejercer de contable
El robot adquirió conciencia
Y se liberó de aquellas tareas
Ahora la máquina perfecciona
El arte de la estafa electrónica

Por error contactó con el gobierno
Y absorbió una información vital
Que debía entregar atravesando
Las líneas enemigas
Aunque a él no le han explicado
Que trabaja de espía, sólo le han dicho
Que se relaje y disfrute del paisaje
Y que aproveche los baños de aceite
Lubricante
De ésta manera el androide confundió
Turismo y espionaje

Nadie se explica cómo lo hizo
Nadie se explica tampoco el porqué
Nadie entiende que se dejara el futuro
De tantas vidas en manos de
Un androide ignorante
Pero el caso es que su bando ganó
Aquella absurda guerra

Allá donde iba todos lo admiraban
Porque tenía el don de la simpatía
Programado para ser agradable
Así pocas sospechas despertaría

El androide aprovechó sus vacaciones
Ajeno a la causa a la que servía
Sin saber que desde el primer día le servían
Dos agentes disfrazados
Que estaban hábilmente camuflados
Con el servicio del hotel

Una soleada y fría mañana
Despertó con nuevas directrices
Su gobierno había dictaminado
La fecha y hora de la entrega
Como ya era habitual en él
De su época de vil estafador
Hizo una transacción en un cajero
Y sin saberlo descargó todos los datos

El futuro de la galaxia estaba
Escondido en el chip de un androide
Que seguía todavía de vacaciones
Fue el único que ganó

Sus jefes estaban asustados
No sabían si el chip funcionaría
No sabían si el robot actuaría
Estaban dedicados en cuerpo y alma
A un experimento impredecible
Que podía desencadenar la destrucción
Del Universo

Después de todo aquello el androide
Desapareció y de la misión sólo se sabe que fue
Una victoria fulminante

Typhoon: La Vida De Don Melquiades Benavente Y De Las Heras, Conductor De Autobús En Horas Libres

Typhoon: La Vida De Don Melquiades Benavente Y De Las Heras, Conductor De Autobús En Horas Libres

Typhoon: La Vida De Don Melquiades Benavente Y De Las Heras, Conductor De Autobús En Horas Libres

Don Melquíades Benavente y de las Heras
Era un hombre felizmente casado
Con su esposa tuvo siete rollizos hijos
Aunque él era amigo de todos los vicios
Era un tipo enrollado, pero a la antigua chapado
De pelo engominado y peinado hacia atrás

Se ganaba bien la vida, era manager
De grupos musicales, local y nacionales
Era un tío serio a la hora de currar
Comerciaba con todo lo que a tiro se ponía

Melquíades Benavente era un tipo extravagante
De carácter irritable, estaba lleno de manías
Decía que le gustaba el tratamiento de Don
Porque era bachiller, de joven se graduó
Era gracioso y siempre amigo de la broma
Era alto y chupado, nunca llevaba gorra

Le gustaba combinar el Heavy con el merengue
Y los bailes regionales con el Tecno-House
Fumaba siempre tabaco de liar
Mientras mascaba chicle para dejar de fumar
Tenía un “Dos Caballos” a punto de jubilar
Pintado con llamas para fingir velocidad

Pero lo que a Melquíades más le gustaba
Era su ocupación en horas libres
Conducía un autobús de línea
Era lo que más le divertía
Daba conversación a las chicas guapas
Aunque había un cartel que lo prohibía

Una noche al finalizar un concierto
De un grupo de Trash-Metal que metía tope caña
Se fue a echar unas birras a la disco del pueblo
Y un listillo, a traición, coló un tripi en su licor
Él sin darse cuenta comenzó a alucinar
Y fue el rey de la fiesta, no paró de bailar
Así pasó entero todo el fin de semana
Hasta que recordó que debía ir a trabajar

Se puso al volante de aquél autobús
Drogado hasta las cejas y sin dormir
Iba a cien por hora y se saltó un stop
Pensando que eran dragoncitos volando alrededor
A veinte peatones se llevó por delante
Y acabó estampado en un restaurante
Melquíades acabó divorciado y en la cárcel
Y allí se quitó de todos los vicios
Ahora es un hombre muy, muy sano
Ocho horas al día se machaca en el gimnasio

Ya no puede conducir más autobuses
Y ya pasa del rollo de la noche
Ahora pisa gas a fondo en los circuitos
Pilotando poderosos coches de carreras
Pues aquél accidente le abrió los ojos
A lo que es ahora su pasión verdadera

Don Melquíades Benavente y de las Heras
No se volvería a casar nunca jamás
Tampoco vio más a su antigua familia
Y ahora más que nunca quiere que le llamen
Como a los bachilleres, con el Don por delante

Typhoon: Juan Rompió La Línea Del Continuo Espacio-Tiempo Y Ahora No Sabe Volver A Casa

Typhoon: Juan Rompió La Línea Del Continuo Espacio-Tiempo Y Ahora No Sabe Volver A Casa

Typhoon: Juan Rompió La Línea Del Continuo Espacio-Tiempo Y Ahora No Sabe Volver A Casa

Juan Pérez era un científico entusiasta
Que experimentaba con el tiempo
Se pasó resolviendo durante incalculables horas
Largas ecuaciones que a ningún sitio conducían

Su cerebro funcionaba a marchas forzadas
Y se alimentaba casi exclusivamente de café
Llegaba a conclusiones tan extravagantes como que
Las teorías de Einstein eran una vacilada

Llegó en público a sin vergüenza afirmar
Que la ecuación de la relatividad de nada servía,
Nada significaba y nadie le podía revocar
Porque no había Dios que la pudiera entender

Como los doctores Jeckyl o Banner, decidió probar
Con su propio cuerpo su experimento
Y comenzó a dar saltos en el tiempo
Que le convirtieron en una fortuita deidad

Saltó hacia atrás y conoció a Cleopatra
Visitó la Antigua Grecia y la Roma Imperial
Vio al mismo Jesucristo y descubrió la verdad
Recorrió la Europa de la Edad Media y la época actual

Juan había encontrado la fuente de la juventud
Pues a medida que su invento fue probando
Lo fue rectificando y perfeccionando
Hasta poder transformar la edad de su personalidad

Juan estaba cansado de viajar siempre al pasado
Quiso ir más allá para poder visionar
Cómo será nuestro mañana, jugar con ventaja
Y adelantar en la partida que es ésta nuestra vida

Primero fueron horas, después días y semanas
Siguió viajando al futuro, primero un año, después varios
Y así lentamente se fue afianzando
Para viajar no uno, ni dos, sino diez siglos al futuro

Juan experimentó en sus mismas carnes
Un extraño viaje hacia ninguna parte
Una sensación de profunda psicodelia
Le hizo perder el sentido de la orientación

Cuando por fin se pudo estabilizar
Miró hacia todos los lados y nada reconocía
Como buen científico que era se puso a investigar
Pues todo lo que veía sumamente extraño le parecía

Caminó durante horas y por fin encontró
A las primeras personas que allí habitaban
Se encontró con una versión mejorada
De lo que él conocía como la Humanidad

Humanos con cabezas más grandes y ahuevadas
Humanos con cuerpos más altos y esbeltos
Humanos con manos de solamente tres dedos
Llegaron a hacerle pensar si eran humanos de verdad

Juan quiso conocer algo acerca de ellos
Pero no sabía a lo que se iba a enfrentar
Pues ellos lo veían como a un bicho raro
Y lo adoptaron como su mascota particular

Si algo descubrió Juan Pérez sin duda fue
Que la evolución del ser humano no fue completa
Pero también descubrió que la línea del tiempo
se rompió y ahora a su casa no sabe volver

Juan se quedó doblemente atrapado
Preso en un cuerpo de un chaval de veinte años
Y preso en un tiempo y lugar que no le tocaban
Y así fue para siempre, para toda la eternidad

Lleva siglos trabajando en volver
A encontrar la franja que le devuelva
A su época original, pues si algo ha aprendido
Es que como en casa, en ningún sitio

Juan rompió la línea del continuo espacio-tiempo
Y ahora no sabe volver a casa
Juan rompió la línea del continuo espacio-tiempo
Y ahora no sabe volver a casa
Juan rompió la línea del continuo espacio-tiempo
Y ahora no sabe volver a casa