Typhoon: Las Desternillantes Aventuras De Yos Isoy Y Sus Amigos

Yos Isoy era feliz soñando
Y como Charlot quería ser
Siempre ron de caña bebía
Usaba condón si oía a los cuervos graznar

Y si Arancha al bosque salía
Un puro a Eduardo le caía
Porque en Sicilia había un cantautor
Que comía angulas con anchoas

Su amigo Aníbal era conductor
En monovolumen se metió una piña
Acabó en el andén de una estación
Empotrado y con un grano en su pulgar
Jesús mientras, salía de escena
Y un viejo en un banco a Verne leía

Yos le dijo a Leo desde el balcón
Que Verónica era la ganadora
Y entre la morcilla y el boquerón
Demasiado rollo es brindar si no hay tablao

Yos tenía mucha suerte
Era un lince amigo de la broma
Odiaba el chándal, el campo y los virus
Y en mayo amaba a Dalí, a Goya y a Piolín

Ésto se sabía desde el Támesis al Ebro
También desde Damasco a Tarragona
Igual que el mosquetero que usaba pintalabios
O el sordo que compraba vinilos de gregoriano
Que Yos ya pintaba unas cuantas canas
Y no salía del fuego para caer en las brasas

Leyendo un cómic Yos reía
Pues en una viñeta aparecía
Un elfo que con talento sostenía
Una baqueta y una grapadora
El ser bailaba la Macarena
Su pareja Tamariz el mago era

Se pensaba que en el bote lo tenía
Y al pisarle los dos pies a la vez
El mago no pudo evitar comprimir
Un grito, y por eso la luz se fue
El enano a un electricista llamó
Que en un atasco de tráfico estaba

Tras cerrar el libro encendió la tele
Un ilusionista vestido de Groucho
Hizo desaparecer un chicle
Mientras decía que de Huelva venía
Que caminando iba a la sierra
Y serrano era el jamón que el comía

Mientras Einstein con la borrachera
Disparó una bala al canario
No sabía si llevarlo al veterinario
O acabar en la olla con patatas
Y lo llevó al doctor que le dijo
Que tenía la gripe por fumador pasivo

A Guille le picó un mosquito
Y le dio por bailar sevillanas
Y Giorgio apareció en juzgados
Con un canuto en la boca

De la cárcel no le libró
Ni su primo el embajador
Le cayeron quince años por bandolero
Y en el hoyo sueña con bajarse al moro

Quique era el paleta y jugaba al tenis
Y en su casa se construyó una pista
La red era un tabique y debía estar al loro
Entrenaba para ganar la Copa Davis
Y Juanjo, el tapicero, liado estaba
Intentando separar la boñiga del sofá

A paso de tortuga Yos andaba
Del videoclub al piso
Y dentro del caparazón se metía
A ver las pelis cuando llovía
Todo el mundo disfrutaba
Con las desternillantes aventuras
De Yos Isoy, un divertido personaje
Y de sus amigos, más raros todavía

Typhoon: Una Carretera Con Cuatro Curvas Pronunciadas Y Un Camino Cortado

Roque Miraflores se compró un coche de época
Para participar en un rally con la jet-set
Pese a que él sabía que no podía ganar
Puesto que su coche era de todos el más antiguo

Iba tan despacio que se quedó dormido
Y cuando despertó se vio perdido en el camino
Una extensa carretera se abría ante si
Y decidió aventurarse movido por la curiosidad

La carretera de las cuatro curvas se llamaba
Así lo decía una enorme señal en la entrada
Y desde el momento en que pasó por debajo
Observó maravillado el mundo que le rodeaba

En la primera curva había una fila de autoestopistas
Ataviados con trajes de corte de épocas distintas
En las segunda curva había una fila de nudistas
Con un cartel en la cabeza y en la cara una sonrisa

En la tercera curva había intelectuales leyendo
Y pasaban página con el dedo que parada estaba pidiendo
En la cuarta curva había prostitutas haciendo la carrera
Llamando guapo al viajero con plazas libres de pasajero

Pero Roque no recogió a nadie de los que vio
Porque buscaba el camino que al rally le condujera
Y en vez de eso se encontró con dos aspas cruzadas
De madera que le obligaron a dar la vuelta

Dio la vuelta, en efecto, y se volvió a encontrar
Con las mismas personas que autoestop hacían
Decidió montar a una pareja de cada en el coche
Para hacer el viaje un poco más interesante
Sin explicarse ni cómo ni cuándo aquello sucedió
Roque cruzó la meta con sus amigos en primer lugar

Typhoon: El Niño Con Más De Un Millón De Años Luz

Conocí a un niño que vivía
Siempre rodeado de amigos
Una sonrisa en la cara
Era su seña de identidad

Difícil era hacerle enfadar
Por encima de todo estaba el bienestar

Era un personaje extravagante
Y admirado, así siempre había sido
La gente a su lado permanecía
Pues con él muy bien se lo pasaba

Era un niño prodigio divertido
Con más de un millón de años luz

La envidia de aquellos hombres aburridos
Se apoderó de su gentil sonrisa
Y no dudaron en poner un alto precio
A la eterna juventud del envidiado

Duros ataques a su alegría
Tuvo que soportar con paciencia
Pero era imposible borrar
Su clara seña de identidad

Aquellos hombres grises y aburridos
No lograron hacerle enfadar

Como mucho lograron arrancar
Alguna esporádica rabieta
Después de haberlo engañado
Durante tantos largos años

Su carácter se endureció
Y ya no toleraba según qué bromas

Dejó atrás aquellas noches de fiesta
En las que amanecía sudando alcohol
Pero seguía siendo un niño divertido
Porque tenía más de un millón de años luz

Cuando la gente le preguntaba
Qué es lo que le pasaba
Él tenía que reconocer que
No tenía la misma chispa de siempre

Pues los hombres aburridos sólo querían
Que el resto del mundo fuera como ellos

Si el niño prodigio reía
Todos a su alrededor reían
Si el niño prodigio lloraba
Todos a su alrededor lloraban

Todos querían volver a ver al niño
Que se divertía con cualquier tontería

Así que todo el mundo a su alrededor
Hizo lo imposible por hacerle reír
Y rezaba un poquito cada día
Porque no le hicieran de veras enfadar

La gente ya se daba por vencida
Cunado otro niño pequeño
Dio por fin con la solución
Que acabó con semejante tedio

Los hombres aburridos huyeron despavoridos
Al ver que la gente estaba con el niño prodigio

Poco a poco recobró la sonrisa
Pues sus enemigos retrocedían
Y acabaron dándole la razón
Abandonando su actitud negativa

Y por cada lágrima derramada cayeron
Siglos de maldiciones a los hombres aburridos

A mí me gustan los cuentos que acaban bien
Y pese a que el niño como antes no confía
Ahora, siendo el que era, puede reír como lo hacía
Pues es el niño con más de un millón de años luz

Typhoon: Los Chicos Que Adoraban Las Canciones Con Finales Eternos

Erase una vez en una ciudad
De un país de un continente

Un chaval al que le gustaba
La Música como a un poseso
Era una enciclopedia con piernas
Daba igual lo que le preguntaras
Lo sabía todo y todo bien lo contestaba

Pero por mucho que supiera
Nunca tocó un instrumento
Pues dedicó todo su tiempo
En adquirir conocimientos

No muy lejos de allí vivía
Otro chaval de la misma edad
Que era otro colgado por la Música
Daba igual lo que le preguntaras
No sabía nada y nada bien contestaba

Pero a diferencia del primero
El dominaba todos los instrumentos
Pues dedicó todo su tiempo
En digitar como entrenamiento

Un día ambos se conocieron
Y discutieron un largo rato
El que de todo sabía de todo bacilaba
Y el que nada sabía melodías le tocaba

Pero algo tenían en común
Y es que les gustaba el Rock’n’Roll
Aquellos grupos de los setenta
Y, cómo no, de los ochenta
Que en directo eran una gozada

Grandes temas de grandes grupos
Con grandes solos de guitarra
Que a todo un estadio hacían vibrar
Vestidos con sus mejores galas

Ambos estaban totalmente pillados
De esos finales que abría el batería
Mientras el resto hablaba a su rollo
Hasta que un redoble del bataca
Marcaba un final apoteósico del todo

El que sabía no paraba de nombrar grupos
Y el que no sabía hacía solos con el aire
Mientras su compañero completaba
Un soliloquio de sobras informativo

Pero daba igual que uno supiera
Y el otro del todo desconociera
Pues algo en común los dos tenían
Y eso en amigos los convertía

Y estos son los chicos que adoraban
Las canciones con finales eternos
Oye, por cierto… ¿Tú te has fijado
que en todo este disco no has escuchado
Un solo final como los que te he contado?
Por algo será…