Typhoon: La Legendaria Historia Del Señor Que Comía Ovillos De Lana

Typhoon: La Legendaria Historia Del Señor Que Comía Ovillos De Lana

Typhoon: La Legendaria Historia Del Señor Que Comía Ovillos De Lana

¡Pasen y vean, señoras y señores!¡Tomen asiento y presten atención!
Porque a continuación van ustedes a ser testigos
De la historia más extraña que jamás me ha ocurrido
¡Y que tan boquiabiertos les dejará que no se podrán terminar
Las cartulinas de palomitas que acaban de comprar!
¡Presten atención les digo, porque a continuación va a dar comienzo
La legendaria historia del señor que comía ovillos de lana!

Un día que caminaba por el campo me encontré
Con un pastor que cuidaba con sumo celo de su rebaño
Me acerqué a él y con alegría le pregunté
De todo cuanto acontecía de cada una de sus labores

Todo le parecía normal hasta que se le ocurrió comentar
Que el pelaje de sus ovejas era su único manjar
Huelga decir cuán grande fue mi sorpresa y mi incredulidad
El hombre sin pensarlo dos veces me invitó a merendar

Me senté en aquella rústica silla de madera de nogal
Y al poco me acercó a la mesa espagueti de lana de colores
En poca cantidad, eran para degustar, nunca está de más
y acompañando a unas croquetas recién hechas,un vino del lugar

Realmente sorprendido, exquisita cocina la de aquel pastor
Que me contó que si no fuera por la edad que tenía
Era más que seguro que a estas horas ya tendría abierto un bar de comidas
Al que llamaría “Bar El Ovillo -La Cocina De La Lana-”

Mientras el vino deshacía el hilo en mi paladar
Lo veía cada vez mucho más claro, debía aportar un capital
Y ayudar a aquel hombre a montar su sueño, a montar el bar
Dejar de lado mi empleo y abandonar por fin la ciudad

Nunca vi a nadie tan feliz cuando le conté mis planes
Entonces sacó un grueso libro con más de mil recetas de su invención
Me ofreció una casa, me enseñó el lugar, mi futuro hogar
Que acepté sin condiciones y me puse de inmediato a trabajar

Suflé de lana au cannard, hilo con setas a la marinera
Pastel de trufas rellenas, tortilla de bolitas tintadas
Bolas chinas, también llamadas garbanzos cosidos
Y el licor del abrigo son sólo algunas recetas

Llevo más de diez años con este señor como socio
Del restaurante más raro que jamás se haya inventado
Internacionalmente reconocidos y premiados, siempre a su servicio
Todo por haber conocido al señor que comía ovillos de lana