Typhoon: Del Séptimo Al Octavo Sólo Había Un Dátil De Diferencia

Era una casa preciosa
Y tenía varias plantas
La recorrí maravillado
Quería ver dónde iba a vivir

Tenía porche y un vasto jardín
Tenía garaje y un patio interior

En el centro del patio había plantada
Una hermosa palmera que dulces dátiles daba

En la enorme palmera
Había una escalera
Tan alta como ella
Que apoyada estaba

Aquella escalera tenía un peldaño
Qu8e era de un vivísimo color rojo

Y a partir de ese peldaño rojo
Cada uno de diferente color era

Comencé a subir poco a poco
Poniendo un pie detrás del otro
Fijando mi vista en mis manos
Que agarraban con fuerza los peldaños
Paré a mitad de camino agotado
Buscando la referencia del rojo
La palmera había sin duda crecido
Cuando decidí probar su sabroso fruto

El antiguo dueño
De aquella mansión
Ya me advirtió
Del ascenso agotador

Llegué al peldaño de color rojo
Y la palmera se ensanchó

Apareciendo una pasarela
Que le daba la vuelta entera

Comencé a comer
El fruto de la palmera
Mientras caminaba
Mi casa admiraba

Desde arriba se veía muy diferente
Sin duda también diferente y bella
Cuando le di la vuelta a la palmera
Subí un nuevo escalón de otro color

Me pareció todo un tanto extraño
Pues habría jurado que el peldaño
De tamaño y color había cambiado
No era el mismo, pero daba igual
Ya de por si era todo muy raro
Y si no quería volverme chalado
Era mejor dejar al momento de lado
La explicación de aquel misterio repintado

De nuevo volvió a ocurrir
Surgió otra pasarela
Y de la misma manera
Me comí unos pocos más

Tenían un sabor muy similar
Pero cada uno con un toque especial

No pude resistir, la tentación era fuerte
Y subí otro escalón sin pensarlo dos veces

Otra nueva pasarela
Otro sabor a descubrir
Otra nueva vuelta
A aquella dulce palmera

Estaba ya en el séptimo escalón
Y quedaba sólo un dátil en este nivel

Me puse de puntillas para cogerlo
Pero no lo llegaba a alcanzar

Me asomé por la barandilla
Y otra perspectiva los ojos me abrió
Entonces fui testigo de algo
Que sólo se veía en esa posición

El tronco de la palmera mutaba
Según el nivel que se alcanzaba
Cada piso tenía el mismo aspecto
Que el peldaño que lo encaraba

Del séptimo al octavo sólo había un dátil
De diferencia y abría las puertas de la percepción

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